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sábado, 26 de junio de 2010

"La Fattucchiera" de Vicenç Cuyàs




Anonadado me he quedado al escuchar “la hechicera” del compositor catalán. Muchas veces caemos en el error de acudir a lo “exterior” despreciando lo que tenemos en casa y con Vicenç Cuyàs ha pasado.

La única ópera acabada del citado compositor es una obra maestra llena de los mejores matices “belcantistas”. Para definirlo brevemente es como mezclar Donizetti, Bellini, Rossini e incluso Verdi, llenarlo de sobreagudos, coros y cabalettas y ya tenemos la presente ópera.

Médico frustrado, el mundo musical le abrió un camino a seguir aunque una tisis se le causó la muerte antes de tiempo.

Algunas características que presenta la partitura son por ejemplo que sus recitativos, realmente de escritura muy detallada y bien expresivos, se resuelven a menudo en un repentino y desplegado cantabile.

Es destacable la influencia de los autores en especial Bellini, ello se contempla en el aria, “Lascia, deh! Lascia libero” de Ismalia en acto segundo y que podemos escuchar abajo interpretada por la soprano Ofèlia Sala. Una aria donde se pueden escuchar dos partes bien diferenciadas, el típico cantabile belliniano se observa sobretodo en la primera parte –con cierta nostalgía al famoso “oh quante volte” de Capuletti e Montechi de Bellini-, y por otra parte la segunda acaba con una cabaletta acompañada de coro donde la soprano muestra un conjunto de agudos que requieren mucha potencia y que da con márgenes de respiración realmente breves. Ismalia está escrito para una drammatica d’agilità, una soprano que no sólo sea rica en el registro central sino que pueda desarrollar coloraturas, florituras y agudos. Por su parte, el papel de Oscar es para un tenor de acentos generosos y agudos, un papel bastante paralelo al protagonista de la Sonnambula de Bellini. El papel de Azila, la hechicera, precisaría una soprano falcon, de centro y con unos graves generosos jugando entre la tesitura de mezzo y soprano. Y Blondello es un papel para barítono con agudos.

Por su parte, también es claramente observable la importancia que Cuyàs da al coro, y donde se pueden diferenciar coros femeninos, masculinos y mixtos.
Finalmente, debemos agradecer el papel del Gran Teatre del Liceu que en 2006 se atrevió a llevar dicha ópera en versión en concierto.

1 comentarios:

albertjordan dijo...

Echo de menos más entradas...!! TI!!

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